El astro me predice la visión de un Dios,
Cúmulos espléndidos sobre el cielo, erguidas
Mensajeras de aguas cálidas
Cerrándose en una oscuridad completa
Exceptuando los amarillos lápices
De luz en la distancia.
Desesperación de haber perdido
En laberintos de muros mi mirada.
Desnudo en la penumbra
Lanzo los puños hacia arriba
Terrible tensión de una plegaria honesta y profunda,
En mis ojos solo hay oscuridad
Que lentamente también gira en mi cerebro
Y extingue mi existencia.
Una poderosa voluntad se eleva y tiembla
En mi espina dorsal, de la inmensa tensión
De mi plegaria.
Una vez elevado en la oscuridad, con tensión inhumana
El arco invisible del cuerpo,
Las flechas del alma, se disparan hacia el blanco
Y la plegaria llega a destino.
Entonces, de pronto, los puños y los brazos trémolos
Caen y el cuerpo recobra su antigua suavidad,
He recuperado las fuerzas una vez más,
He roto los cordones del mundo.
Y, soy libre en esta otra fuerza,
Del origen rudo,
De los lazos del destino,
Del fuego directo
Que emite su voz un condenado …
Ansias de libertad.
Miguel Ángel Zalazar