En este post, publicamos la ponencia de la directora de la escuela 791 que funciona en el penal 14 de Esquel y que fue presentada en nuestras Jornadas Nacionales y Seminario Internacional ECE.
La Escuela Secundaria 791 en su modalidad ECE comienza a funcionar con una propuesta semipresencial y en base al Plan 206/83 y otorgando el título “Perito Comercial especializado en Administración de Empresas” en el año 2009. La presencia de la escuela en el penal comenzó siendo de 2 hs. diarias.
A poco de iniciar, sumamos a la propuesta curricular un Taller literario de asistencia opcional abierto a toda la población del penal no solamente a los estudiantes secundarios, del que se desprendieron dos acciones culturales de frecuencia anual muy relevantes: la realización de un Café Literario y la publicación de la revista “El rancho” con textos producidos por los estudiantes. Las ediciones 2009, 2010 y 2011 han sido publicadas en el blog de Bibliotecas abiertas.
En 2011, sumamos 2 nuevos talleres: RADIO Y TEATRO, y en 2012 MÚSICA. La idea de la escuela es presentar un amplio abanico de posibilidades para que lo estudiantes ensayen lenguajes artísticos y puedan, a través de alguno de ellos, algunos o todos, enlazarse con la cultura en tanto una forma de cobijarse en el encierro y reconocer un abrigo simbólico para salir al afuera. Proponemos entonces, construir formas de estar en el mundo, de habitarlo. Creo indispensable señalar en este punto que esta posibilidad existe porque hay un fuerte apoyo institucional del colegio 791 hacia la modalidad ECE y que ese apoyo es acompañado por la provincia con el aporte de las hs cátedra que sostienen estos espacios.
Y esta “habitabilidad” no vale solamente para quienes están alojados en U14 sino también para la escuela misma que pasa de las 2 hs de presencia inicial en la cárcel, a 6 hs. diarias con actividades crecientes en cantidad y, fundamentalmente, en densidad, en complejidad, en participación.
Voy a centrarme en el taller de radio que es motivo de esta mesa y contar que es un espacio muy joven en realidad, iniciado en setiembre de 2011. Este hito temporal es absolutamente “arbitrario” porque el taller se reinicia de manera permanente por las “mudanzas “. Los traslados hacen que muchos participantes de los talleres los ocupen un tiempo que, algunas veces, es breve. Quienes se van sumando tienen una primera experiencia como observadores y si se animan son entrevistados por sus compañeros en su primero o segundo día de integración en el taller y allí nomás salen al ruedo.
Esta “instantánea” que hago y que es verificable fácilmente si se escuchan las emisiones, confronta los inicios mismos del taller que fue pensado como un taller de periodismo y radio y que en tal sentido se inauguró con un muy preparado power point sobre formatos periodísticos y organización de programas radiales que fue respetuosamente escuchado pero…no enganchó a nadie. Los muchachos querían HACER radio, no “escuchar hablar” o “hablar sobre” la radio.
Así es que se repiensa la propuesta y se inician algunos ejercicios de vocalización que permitieron lúdicamente lograr cierta soltura, mutua aceptación de los errores como un “camino hacia” un programa radial. Y los productos que iban produciendo cierta satisfacción en el grupo se seleccionaban para “ser parte” de la programación. Las primeras emisiones de RETUMBA LA RADIO tienen como “soporte” muchas grabaciones con estos contenidos.
Al año calendario del inicio del taller, RETUMBA LA RADIO está en el aire desde Radio Kalewche, la radio comunitaria de Esquel y a la fecha llevamos unos 10 programas de media hora emitidos los días lunes de 20.30 a 21 hs. en esta emisora FM pero también en internet a través de www.kalewchefm.org
El contenido de los programas está dirigido a visibilizar la vida en la cárcel, a vincular este pasaje más o menos extenso por el encierro con el recorrido por las historias personales que los muchachos estén dispuestos a hacer. Es así que cuentan p.e. cómo es un día en la U14, qué actividades realizan. En gran medida, los que escuchamos desde el afuera percibimos claramente cómo mucho del lenguaje y la lógica penitenciaria está incorporada en el lenguaje y la lógica de los muchachos.
Escuchar los programas nos permite, en tanto docentes atentos, darnos cuenta cuánto trabajo falta hacer –más allá de lo mucho que se hace a través de la escuela-. Es así que les proponemos repensar la organización institucional, revisar ciertos términos, establecer algunas comparaciones. Y este ejercicio analítico, crítico, que es operación cognitiva, es a la vez invitación a revisitarse: no es lo mismo hablar de un “interno” que de un “estudiante”, ni del “sector educación” que de “la escuela”.
La radio es, para todos, ejercicio introspectivo pero es también una puerta. Abrirla y cruzar el umbral es poder responder el mensaje de texto que alguien que escucha el programa envía a la radio y el profe retransmite, por ejemplo a pesar del retardo en la comunicación porque el programa se emite los lunes por la nochecita y los mensajes se leen una semana después.
Creemos que la radio es:
– La posibilidad de contestar apelando al nombre de alguien restituye la condición de sujeto que puede conversar con alguien más que no comparte su condición de encierro.
– Un ejercicio para dialogar con la incertidumbre, con lo desconocido, no se sabe quién es el o la que escribió o porqué lo hizo. Toda una novedad en un hábitat tan normado como la cárcel…
– Un puente con los afectos porque cada uno de los que participa en los programas y tiene familiares, sabe que ellos estarán del otro lado escuchando…
Es la bienvenida a la palabra de cada quien, escuchada en el encierro y del otro lado también…, volviendo por un momento irreal a la reja, como decía Paco Urondo.
Les dejamos las palabras del profe del taller de radio, Pablo Quintana:
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